"Solamente
la defensa intransigente de los intereses de los trabajadores puede invertir
esa situación de la contradicción insalvable del capitalismo".
.“Aun restringidos
por los que tienen poder bastante para burlar la ley, nosotros reclamamos las
libertades y los derechos individuales porque sabemos que mediante ellos hemos
de movernos más desembarazosamente que hoy y trabajar con mayor resultado por
el progreso de las ideas socialistas”.
“Tenemos un doble
deber que cumplir: como representantes legales del pueblo hemos de velar por
los intereses de todos; como representantes de hecho de los obreros hemos de
mirar por los intereses de éstos”.
"Para los cargos públicos, elegid a
los mejores y más capacitados y vigiladlos como si fuesen canallas".
“Cuando un
compañero se postula para un cargo sin que le promuevan las bases, es motivo
suficiente para no elegirlo”.
“…Hoy no basta
la tenacidad, ni el heroísmo, ni la más abnegada disposición de ánimo para
hacer frente a los problemas que ante el proletariado se plantean con apremio
para su solución.
Hoy sin saber, sin competencia, sin poderosos
recursos intelectuales y técnicos, la organización obrera mejor orientada
estaría condenada, ya que no a la desaparición, al estancamiento en su
desarrollo…”
“La parte de la sociedad dominante no estaba
interesada en que el pueblo trabajador adquiriese conocimientos y cultura
general, y su ofensiva contra las Casas de Pueblo adquirió caracteres de gran
violencia. Aquella clase dominante, retrograda e ignorante, enemiga de todo lo
que signifique progreso y avance cultural de los trabajadores, veía en la
educación y adquisición de cultura y conocimientos de la clase obrera un
peligro para constante afán de dominio.
Preveía y acertaban en el supuesto, que los
trabajadores se enfrentarían sus
explotadores con las mismas firmeza y decisión al conocer sus derechos y
saberlos exponer y razonar para defenderlos…”
Gabriel Celaya
PABLO IGLESIAS: CORREDOR DE FONDO
A mí que me den hombres,
los trepadores, ¡fuera!
A mí que me den hombres como
Pablo Iglesias.
La verdad por delante.
La retórica, ¡fuera!
A mí que me den hombres como Pablo
Iglesias.
Marxistas hasta el fondo,
y las astucias, ¡fuera!
A mí que me den hombres como Pablo
Iglesias.
Vamos a ser quien somos.
Los cambalaches, ¡fuera!
A mí que me den hombres como Pablo
Iglesias.
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