Resumen... calor, calor mucho sol y muchísimo calor., 82 kilómetros.
Grandes recuerdos, (perdí la cartera y apareció integra y rompí la bici un buen mecánico de bicis y samaritano escayolado de un brazo, ayudado por dos chicos de la familia me la repararon para poder seguir el camino). Visita a Sevilla, Plaza de España. Catedral, Alcaceres y torre del Oro, de allí pasamos por camas Santiponce y su ITALICA, llegamos a Guillena a tiempo de comer y descansar imposible con estas temperaturas seguir por la tarde.
A tan solo unos 20 kilómetros de la capital Hispalense, se encuentra uno de los municipios más peculiares de toda la provincia de Sevilla, se trata de Guillena. Esta hermosa villa, ha sido testigo del paso de muchas culturas y asentamientos y todo ello gracias a su inmejorable enclave. Se tiene constancia que desde la época de la Prehistoria ya ha habido asentamientos por la zona, tal y como demuestran las sepulturas megalíticas ubicadas entre las dehesas la de Canillas y El Serrano. Es más, el nombre de Guillena proviene de la época que los romanos tuvieron presencia en estas tierras. Tras los romanos los Visigodos, para pasar a la llegada de los musulmanes en el 712 d.C. Al igual que ocurriera con la Conquista Cristiana en todo el territorio Andalusí, Guillena pasó también bajo el control castellano de la mano de Fernando III el Santo.
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