La provincia registra hasta julio la mayor cifra de accidentes de trabajo en cuatro años
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La siniestralidad laboral se desboca con 7.498 bajas debido al repunte de la actividad y la relajación preventiva, tras varios ejercicios de caída durante la recesión
La evolución del fenómeno de la siniestralidad laboral en la
provincia, que tanta preocupación y dramas familiares generó durante el
ciclo expansivo y el 'boom' inmobiliario de la Costa Blanca, sigue
ofreciendo signos de cambio. A peor, de nuevo. La estadística oficial
del Ministerio de Trabajo revela que, del 1 de enero al 31 de julio, se
han registrado 7.498 siniestros laborales en el propio despacho, fábrica
o comercio (no se contabilizan los que se producen in itinere, o sea,
entre casa y el centro laboral). El aumento es del 11,2% respecto al
mismo período de 2014. En Alicante no se producía una cifra tan elevada
entre enero y julio desde el año 2011, en los inicios de la crisis
económica.
Mes a mes, la accidentalidad laboral crece en la provincia. Así
ocurre desde el mismo mes de enero, tal y como viene alertando este
diario en base a la información oficial del Ministerio que dirige Fátima
Báñez. Si en los dos primeros meses del año ya se contabilizaron 1.975
siniestros de todos los tipos (mortales, graves y leves) en centro
laboral, 207 más que un año antes y un repunte porcentual del 11,7%, la
evolución siguió igualmente al alza con repuntes de dos dígitos en casi
todos los meses. De enero a mayo, por ejemplo, el Ministerio anotó 5.115
accidentes, un 8,2% más.
El repunte se moderó algo, pero vuelve a dos dígitos en el acumulado
enero-julio que acaba de hacer público el Ministerio. Un 11,2% que
supera ampliamente el 7,5% de incremento medio en toda España, donde se
han contabilizado 260.338 siniestros, 18.244 más que en el mismo período
del año anterior.
En porcentaje, Alicante supera en una décima, incluso, a la vecina
Valencia, donde la población ocupada es muy superior y, por lógica,
también el índice de incidencia (la tasa de siniestralidad por cada cien
mil trabajadores en activo). Así, frente al 11,2% de repunte hasta
julio en Alicante, en la vecina Valencia el repunte es del 11,1%, tras
anotar 12.431 siniestros (1.249 más).
No es ya la construcción, en sus distintas variantes de residencial,
rehabilitación u obra civil, el sector con más número de siniestros y,
en consecuencia, índice de incidencia. Es ahora la industria
manufacturera (entre ella el calzado y el textil, dos grandes exponentes
del tejido productivo alicantino) la que lidera la accidentalidad. Un
total de 1.271 siniestros hasta julio, algo por delante del comercio al
por mayor y al por menor, con 1.265 siniestros. Tradicionalmente el
comercio es uno de los sectores con más siniestralidad, tanto que
adelanta a la construcción o a la agricultura, en teoría mucho más
expuestos. En este último sector, hay 463 siniestros hasta julio y 690
en las obras. La hostelería suma 839 siniestros y 543 el transporte y
los almacenes. Las actividades sanitarias, una labor de cierto riesgo y
prevención específica, suma más de 550 siniestros. Los funcionarios de
todo tipo de Administraciones (general del Estado, autonómica y local)
acumulan 742 partes de baja.
Energía y gas
Llama poderosamente la atención que el sector que menos
siniestralidad registra es el de energía eléctrica, gas y aire
acondicionado, con apenas cuatro accidentes. En suministro de aguas, por
contra, la cifra ya se dispara a los 195 siniestros.
Dos son los factores que inciden de modo directo en el fenómeno
temido de la siniestralidad laboral: la ecuación es sencilla, a más
trabajadores expuestos al riesgo, más accidentes, que es la teoría que
mantiene en esencia la patronal Coepa; por otro lado, como ya han
alertado en varias ocasiones los sindicatos UGT y CC OO en Alicante, la
relajación de las medidas preventivas acaban por aumentar la cifra
global de accidentes, aunque la inmensa mayoría sean de tipo leve.
«Además, está la precariedad, siniestralidad y temporal en el empleo van
de la mano, si se incumplen derechos mínimos como salario y jornada,
menos aún se respeta la salud y seguridad de los trabajadores y
trabajadoras», subraya José María Ruiz Olmos, de CC OO.
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