Lamentablemente el año 2014 fue una excepción tras una década de paralización, primero, y descensos, después, de los accidentes laborales mortales en Andalucía. Los primeros datos que se dan a conocer del año 2015 arrojan una cifra de trabajadores fallecidos “muy similar” a la registrada en 2014, cuando 94 andaluces –un 30% más que el año anterior- perdieron la vida en su puesto de trabajo.

A falta de la publicación de las estadísticas oficiales por parte del Gobierno autonómico, UGT Andalucía cifra en torno a 90 personas fallecidas en su primera valoración de la siniestralidad laboral en nuestra comunidad durante los últimos doce meses. “Lamentablemente el año pasado volvimos a registrar unas cifras inaceptables, alcanzando casi el mismo número de accidentes laborales que en 2014, una tendencia que con toda seguridad continuará en los próximos años” ha indicado el Secretario de Relaciones Laborales del sindicato, Carlos Naranjo.

concentración por accidente laboral
Concentración sindical en Málaga tras el fallecimiento de un trabajador en Coín

Las menciones al año 2014 son continúas por parte de sindicatos, agentes profesionales y administraciones. Ese año ponía fin a diez anualidades de buenas noticias. Si bien de 2004 a 2008, los accidentes mortales en jornada de trabajo rompían su tendencia al alza con cifras en torno a los 140 siniestros, a partir de 2009 Andalucía las cifras disminuyeron considerablemente hasta los 63 fallecidos de 2013. El salto cualitativo del siguiente ejercicio fue considerable: de esos 63 accidentes con fatal desenlace pasamos a los 94 de 2014.

Tofos los analistas acuden a la crisis y a la pérdida de la actividad laboral para explicar, al menos en una parte, el descenso de la mortalidad en el tajo desde 2009. Precisamente, por eso, se hace más interesante ver la evolución de la estadística en el reciente concluido 2015, un año de recuperación y realce económico según muchas voces: había interés por comprobar si, por fin, las campañas de sensibilización y las inspecciones de trabajo lograban sus frutos o, si por el contrario, las estadísticas volverían a repuntar en cuanto se recuperara el pulso económico. El dato cercano al centenar de fallecidos no permite descartar ninguna de las tesis.

Temporalidad y precariedad

Más consenso suscita el análisis de las causas de esta siniestralidad laboral. Desde UGT se apunta directamente a la contratación temporal y la precariedad laboral. De hecho, el 50% de los accidentes que se producen en Andalucía los sufren trabajadores y trabajadoras con contrato temporal, que “en la mayoría de las ocasiones han tenido poco tiempo para formarse adecuadamente en el desempeño de su puesto”. Además, “la precariedad laboral implica jornadas de trabajo demasiado largas, falta de tiempo de descanso, solapamientos de turnos, etc.”, en opinión del dirigente ugetista.

En este sentido, Carlos Naranjo ha pedido a la Inspección de Trabajo un mayor esfuerzo en el seguimiento de los accidentes en in itinere ya que “actualmente no se investigan sus causas y pueden estar estrechamente relacionadas con la precariedad laboral”.

Así mismo, ha asegurado que “está demostrado que en aquellas empresas donde la representación de los trabajadores y las trabajadoras participa en la elaboración del Plan de Prevención así como en su seguimiento, baja el número de accidentes laborales”, reclamando que se les permita participar de forma activa, dado que “con algo tan sencillo reduciríamos notablemente esta lacra social”.

A este respecto, el Secretario de Relaciones Laborales de UGT Andalucía ha calificado de insuficiente el uso de un servicio de prevención ajeno en las empresas, ya que “desde UGT Andalucía entendemos que la prevención no es un mero papeleo, sino que debe estar integrada en cada puesto de trabajo”.

Por otro lado, Carlos Naranjo ha exigido a los empresarios que cumplan la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, señalando que “no les pedimos más inversión, ni más tiempo, sino simplemente que la cumplan, ya que se evitarían muchas muertes y muchos accidentes”.