ACCIDENTES EN LA MILLA DE ORO DE LA LOGÍSTICA
¿Por qué Guadalajara es año tras año la provincia con mayor tasa de siniestralidad laboral?
Guadalajara, con 348,8
accidentes por cada 100.000 personas con cobertura, ostenta año tras año el récord en la tasa de siniestralidad laboral de todo el país
En la autovía del nordeste o A-2 un lunes por la mañana no todos los coches van hacia la capital, sino que salen de ella. Se dirigen a la milla de oro de la logística española: el Corredor del Henares. Esta área de unos 50 kilómetros de longitud que se prolonga desde la localidad de Coslada en Madrid hasta Trijueque en la provincia de Guadalajara alberga decenas de polígonos industriales y empresariales que han crecido a un ritmo vertiginoso en los últimos años. El empleo no ha dejado de aumentar en estas zonas, de la misma manera que lo han hecho las inversiones extranjeras. ¿La otra cara de la moneda? Guadalajara, con 348,8 accidentes por cada 100.000 personas con cobertura, ostenta año tras año el récord en la tasa de siniestralidad laboral de todo el país.
La salud laboral no vive su mejor momento. En 2020, más de 2,7 millones de trabajadores perdieron la vida a nivel mundial en accidentes y enfermedades laborales, a los que hay que sumar alrededor de 7.000 profesionales sanitarios que murieron por coronavirus, de forma que el número anual de muertes por siniestralidad laboral superó a los fallecimientos por esta enfermedad, según los datos emitidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el pasado mes de abril con motivo del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo.
En España, el número de accidentes mortales ha descendido en este 2021, aunque han aumentado los graves y los leves
En España, el número de accidentes mortales ha descendido en este 2021, aunque han aumentado los graves y los leves. Hasta el mes de julio, un total de 406 trabajadores han fallecido, 12 menos que en este mismo periodo en 2020. De estas muertes, 329 tuvieron lugar durante la jornada de trabajo y el resto fueron registrados en siniestros 'in itinere' (los que se producen en el trayecto de casa al trabajo y viceversa), cinco más que el año pasado en estas fechas
Sin embargo, el número de accidentes laborales ha crecido hasta el séptimo mes de 2021 con un total de 317.258 siniestros con baja, lo que supone un aumento del 20,4% respecto al año anterior, acercándose cada vez más a las cifras notificadas antes de la llegada de la pandemia del coronavirus y situando a Guadalajara, una vez más, como la provincia con una mayor tasa de accidentes con baja y a Palencia como la de mayor índice de mortalidad laboral.
La deslocalización industrial desde las capitales hacia la periferia ha convertido al Corredor del Henares en un punto logístico estratégico. A pesar de compartir esta área con la Comunidad de Madrid, una de las regiones con una menor tasa de siniestralidad, Guadalajara bate récords año tras año por el gran número de empresas, y en consecuencia de trabajadores, que deciden realizar su actividad en esta zona.
En la última década, el Corredor del Henares se ha caracterizado por ser uno de los puntos a nivel nacional que más ha crecido poblacionalmente. En el último censo emitido por el INE, el conjunto de los nueve municipios que conforman la parte guadalajareña del Corredor ha crecido en 2.708 habitantes hasta colocarse en 166.508 empadronados, casi un 6% más en comparación con los datos publicados en 2011.
De este modo, Alovera tenía 11.71 habitantes en 2011 y se coloca con 12.860 diez años después, Azuqueca ha pasado de 34.195 a 35.407 y Cabanillas ha pasado de tener 9.477 a sumar 10.657 censados. Chiloeches escala en los últimos 10 años de 9.477 habitantes a 10.657, Guadalajara capital de 84.453 a 87.484 y Marchamalo de 6.042 a 7.684.
Este incremento de población ha ido relacionado de manera intrínseca al desarrollo industrial de esta zona; ejemplo de ello es el crecimiento de sus inversiones extranjeras. A nivel regional, en Castilla-La Mancha han superado los 4.000 millones de euros en el primer semestre del año.
El éxito de esta estrategia ha permitido que en localidades como Cabanillas del Campo haya un mayor número de trabajadores que de habitantes, tal y como presume el edil del municipio, José García Salinas. Este hecho tiene un impacto directo en la tasa de actividad (el cociente entre la población económicamente activa y la población total, expresada en términos porcentuales), índice en el que Guadalajara se sitúa en el 'top' cinco de provincias que también baten récords semestre tras semestr
En contraparte, este 'éxito' demográfico tiene una cara B. Guadalajara lidera las tasas de siniestralidad laboral año tras año. Detrás de este dato, hay varias causas: desde la precariedad de los contratos hasta el tipo de empleo que se desempeña en el sector de la logística, más propenso a sufrir accidentes al ser más físico que otros trabajos.
En el resto de Castilla-La Mancha la situación tampoco es mucho mejor. Por provincias, según los datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, el índice de incidencia es de: 260,2 en Albacete (194,2 en el mismo periodo de 2020), 278,3 en Ciudad Real (192,5), 323,9 en Cuenca (248,7), 344,7 en Guadalajara (284,8) y 313,3 en Toledo (231,8).
Así, Guadalajara sigue siendo la provincia con peores datos de la región y del país; le siguen en el 'ranking' en términos de incidencia Cuenca y Toledo. En esta región y durante el primer semestre del año ha habido un aumento de accidentes en casi todos los sectores. No obstante, el más perjudicado por la pandemia del covid ha sido la rama de actividades sanitarias. Por otro lado, ha habido una caída con respecto a los accidentes mortales registrados en los primeros seis meses de 2020.
El distanciamiento social, el cierre de fronteras y el resto de medidas adoptadas para hacer frente a la pandemia del coronavirus han tenido un gran impacto en las distintas estadísticas realizadas en este 2021. Por ello, desde los distintos sindicatos insisten en que "la herramienta principal para atajar esta lacra es más y mejor prevención de riesgos laborales en las empresas".
El modelo productivo del Corredor del Henares ha cambiado por completo en las últimas décadas, pasando de ser rural a industrial
Sin embargo, el modelo productivo del Corredor del Henares ha cambiado por completo en las últimas décadas, pasando de ser principalmente rural a industrial y obligando a las distintas compañías a adaptarse a las nuevas normativas laborales. Tras la crisis de 2008, la necesidad de un cambio de modelo industrial que garantizase el empleo estable y la recuperación en situaciones de crisis convirtió estos municipios en un lugar estratégico para la aparición de empresas, por su cercanía a Madrid y por la facilidad de acceso por distintos medios de transporte.
Desde entonces, el número de empresas que han elegido esta zona como sede de operaciones no ha dejado de crecer; también por las políticas aplicadas (ayudas e incentivos) por los distintos ayuntamientos de la zona para posicionar esta área como un referente logístico a nivel nacional. En los últimos años está habiendo un nuevo cambio de estrategia, en donde una de las principales apuestas es la mejora en la accesibilidad al municipio, tal y como destaca el alcalde de Cabanillas del Campo. "Saber explotar la situación del municipio junto a una línea de apoyo a todo el sector de la mano del Ayuntamiento y del propio Gobierno castellanomanchego son dos de las razones que han permitido este desarrollo", asegura.
A pesar de ser la provincia con mayor tasa de siniestralidad laboral, Guadalajara no lidera el índice mensual de accidentes mortales. La provincia que bate este récord es Palencia, seguida de Soria, según los datos publicados en el Ministerio de Trabajo.
Milla de oro de la logística española
“Uno de los factores que contribuyó a la industrialización de Guadalajara fue su proximidad a Madrid y su situación geoestratégica”, explica Laura Lara, también historiadora, escritora y profesora de la Udima. “La estación guadalajareña fue inaugurada el 3 de mayo de 1859 con la apertura del tramo Madrid-Guadalajara de la línea férrea Madrid-Zaragoza”, apunta. Apenas una década antes se abrió la primera línea ferroviaria en España, que comunicaba Barcelona con Mataró.
Además de formar parte de la red ferroviaria, lo que hizo que esta región se consolidara como eje industrial fue la inclusión de Guadalajara en 1959 en los planes de desarrollo como polígono de descongestión industrial de Madrid. Hasta entonces, esta provincia dependía de la producción agrícola. Desde aquel momento, su emplazamiento estratégico ha contribuido al despegue de la actividad logística en estos 50 kilómetros. “Este sector cuenta con infraestructuras decisivas como el Puerto Seco de Azuqueca. Se trata de un proyecto público-privado inaugurado en 1996 que supuso un hito en la comarca, ya que fue el primer gran centro logístico que se ubicó en el Corredor”, detalla María Lara.
Esta zona de Azuqueca forma parte de unos terrenos municipales de unos 60.000 metros cuadrados y constituye, según explica María Lara, “una extensión del Puerto Marítimo de Barcelona y de otras ciudades españolas”. Los más de 1.300 trenes que pasan por esta región a lo largo del año y que transportan alrededor de 30.000 contenedores contribuyen a la distribución de productos a lo largo y ancho del país. En los años siguientes, este modelo ha sido instaurado en otros lugares del Corredor, como en Coslada, que desde la década de los 90 cuenta con una plataforma logística esencial para la distribución de mercancías en España.
“Ocho horas al día de lunes a domingo”
“¿Cuentas con experiencia como mozo/a repartidor de pedidos y cuentas con carnet de conducir B o C? ¿Qué te ofrecemos? Contrato por obra y servicio a través ETT, incorporación inmediata, salario: 8,41 €/h, ocho horas al día de lunes a domingo según cuadrante de la empresa”. Este es uno de los cientos de anuncios que aparecen día tras día en distintos portales de empleo que ofrecen trabajo en el Corredor del Henares. Sin embargo, esta creación constante de puestos de empleo viene acompañada de una gran precariedad laboral, tal y como denuncia Francisco José Sánchez García, secretario territorial de UGT Guadalajara.
“Los sectores donde los accidentes suben cada día son aquellos donde mayor precariedad laboral existe: logística, el sector servicios y los trabajadores agroforestales”, resalta Sánchez. En este sentido, la pandemia ha complicado aún más esta situación. Desde el sindicato inciden en que, a pesar de existir menor productividad durante el confinamiento, el porcentaje aumentó ligeramente debido a la ausencia de medidas protectoras contra el virus.
Otra de las causas detrás de este gran número de accidentes es el “sobreesfuerzo”, explica a El Confidencial María Lara, historiadora, escritora y profesora de la Udima. En este sentido, la doctora Lara considera necesario “paliar la inestabilidad laboral, la rotación, la temporalidad y la excesiva externalización de la formación” para hacer frente a este gran número de accidentes.
¿Cómo evitar este tipo de siniestros?
Los empresarios tienen la obligación de mantener un entorno que sea “sano, higiénico y seguro”, explica a este periódico Nuria Rodríguez Garrido, abogada especializada en Derecho Laboral. En los últimos años son cada vez más las compañías que contratan empresas para hacer informes sobre riesgos laborales y se ha endurecido la legislación. “Si una inspección acude al lugar en el que se desempeña el trabajo y evalúa que no se han tomado las medidas preventivas suficientes, puede denunciar a la compañía”, advierte Rodríguez.
Más allá de los accidentes físicos, desde las empresas tienen también la labor de generar “un buen ambiente de trabajo, fomentando el compañerismo con charlas, con tolerancia cero al acoso e incluso con distintas sesiones formativas para evitar depresión o ansiedad”, añade.
Por su parte, el trabajador que ha sufrido un accidente laboral tiene derecho a asistencia sanitaria. “Hay que tener en cuenta que un accidente laboral es cualquier cosa que te ocurra desde que sales de casa a trabajar hasta que vuelves salvo que el empresario demuestre lo contrario”, incide.
Asimismo, desde que se produce el siniestro hasta que el empleado vuelve a su trabajo tiene derecho a recibir una prestación por incapacidad temporal (IT). “La cuantía que se recibe por la incapacidad es el 75% de la base reguladora desde el día siguiente al accidente”, aclara Rodríguez. De la misma manera, existen otro tipo de indemnizaciones como en el caso de incapacidad permanente (cuando no se puede volver a ejercer la profesión) o en caso de muerte.
Además, hay que tener en cuenta los riesgos a los que se enfrenta cada persona en función de las labores que tenga que realizar en su día a día. “Cuando son trabajos de transportista o de obra que requieren fuerza física, los siniestros más habituales son caídas o golpes con vehículos”, señala Nuria Rodríguez. “En cambio, en los empleos de oficina, lo que predomina es el 'mobbing' laboral, que se suele traducir en depresión”, expone.
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