COMENTARIO DEL DIARISTA :
Esto son unos simples apuntes de hace unos años, ahora la cosa es tremenda...
Serrano asegura que el Ministerio del Interior anotaba el número de asesinadas y el de asesinados hasta 2006. Las estadísticas oficiales informaban de que en 2002 55 mujeres murieron a manos de sus maridos y 16 acabaron con la vida de sus maridos o ex parejas. En 2003 murieron por la misma causa 65 mujeres y 13 varones; 2004: 61 versus 9; 53 en 2005 frente a 15 hombres; en 2006, 54 mujeres y 12 hombres.
Con estas cifras, se puede afirmar que muere un hombre a manos de sus mujeres por cada cinco mujeres asesinadas. ¿Dónde están ellos? ¿Por qué no hay asociaciones que les apoyen cuando se sienten avergonzados? ¿Por qué no tienen ninguna institución que los ampare y el 016 les cuelga el teléfono “porque sólo atendemos a mujeres?” (algo que ya corroboró un periodista de ‘El Confidencial’ haciéndose pasar por un hombre maltratado).
Por más que lo haya preguntado, a Serrano nadie le ha contestado todavía por qué se dejó de divulgar desde 2007 las cifras de hombres muertos por agresiones de sus cónyuges.
“El año pasado más de 30 hombres murieron a manos de sus mujeres. Este año ya van cinco.
Pero no busquen en los organismos oficiales, porque de esto no interesa informar”. Aunque la violencia en el ámbito familiar está prevista en el Código Penal español, existe una corriente social que pretende reducir el término violencia a la que ejercen los hombres y padecen las mujeres, negando así cualquier opción a que la situación sea distinta. “Por eso esta ley es inconstitucional, porque la Constitución dice que todos los españoles somos iguales ante la ley. No distingue entre sexos”.
Esto son unos simples apuntes de hace unos años, ahora la cosa es tremenda...
Serrano asegura que el Ministerio del Interior anotaba el número de asesinadas y el de asesinados hasta 2006. Las estadísticas oficiales informaban de que en 2002 55 mujeres murieron a manos de sus maridos y 16 acabaron con la vida de sus maridos o ex parejas. En 2003 murieron por la misma causa 65 mujeres y 13 varones; 2004: 61 versus 9; 53 en 2005 frente a 15 hombres; en 2006, 54 mujeres y 12 hombres.
Con estas cifras, se puede afirmar que muere un hombre a manos de sus mujeres por cada cinco mujeres asesinadas. ¿Dónde están ellos? ¿Por qué no hay asociaciones que les apoyen cuando se sienten avergonzados? ¿Por qué no tienen ninguna institución que los ampare y el 016 les cuelga el teléfono “porque sólo atendemos a mujeres?” (algo que ya corroboró un periodista de ‘El Confidencial’ haciéndose pasar por un hombre maltratado).
Por más que lo haya preguntado, a Serrano nadie le ha contestado todavía por qué se dejó de divulgar desde 2007 las cifras de hombres muertos por agresiones de sus cónyuges.
“El año pasado más de 30 hombres murieron a manos de sus mujeres. Este año ya van cinco.
Pero no busquen en los organismos oficiales, porque de esto no interesa informar”. Aunque la violencia en el ámbito familiar está prevista en el Código Penal español, existe una corriente social que pretende reducir el término violencia a la que ejercen los hombres y padecen las mujeres, negando así cualquier opción a que la situación sea distinta. “Por eso esta ley es inconstitucional, porque la Constitución dice que todos los españoles somos iguales ante la ley. No distingue entre sexos”.
Serrano habla también del principio de
igualdad y de la presunción de inocencia al que todos los seres humanos
tienen derecho mientras no se demuestre lo contrario. “Aquí se deja en
libertad no por inocente, sino porque no se ha demostrado que sea
culpable”, insiste Serrano.
Una discriminación “incomprensible”
Víctor Fernández es abogado de Patón & Asociados, el primer bufete español especializado en violencia machista. Como única estadística rigurosa sobre este problema se refiere al 25,6% de víctimas mortales de hombres registradas en España
en manos de sus parejas, según datos del CGPJ. Con los datos de
Serrano, en 2009 el porcentaje aumentó considerablemente. Fernández
coincide con su colega Serrano en que la ley es un “disparate”.
“Establecer una diferencia jurídica entre hombres y mujeres en 2010 es
incomprensible”. No pone en duda que la mujer maltratada debe ser
protegida, pero sí culpa al gobierno de que los hombres no cuenten con
ninguna institución que les ampare.
La mayor parte de los casos
archivados en el registro de violencia de género son, para Serrano,
conflictos entre iguales en el combate de cualquier separación. La
diferencia entre el dato del juez de Sevilla de que el 86% de las
denuncias de maltrato no responden a situaciones reales de violencia y
la cifra del Gobierno, que considera falsas el 0,4% de las denuncias es
abismal. Para demostrar la “visión distorsionada del maltrato”, Serrano
pone como ejemplo al juzgado de Violencia de Género de Sevilla. En 2008,
la Fiscalía Superior de Andalucía recogió 9.814 procedimientos. De
ellas se emitieron 1.010 sentencias: “395 condenatorias, 412
absoluciones y 203 condenas de conformidad”. El 90% de las denuncias se
archivaron o acabaron en absolución, como el caso de Nacho.
“Se te condena por ser hombre, no por los hechos cometidos. Y si se demuestra que ella ha denunciado falsamente, no pasa nada”.
A
la mujer tampoco se le protege por ser víctima, sino por ser mujer.
Según los datos que publica el Ministerio de Igualdad, en 2009 fueron 55
las mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas, un 27,6%
menos que el anterior. El dato que llama la atención es que el 74,5% no
había puesto denuncia previa. “Desgraciadamente las verdaderas víctimas
del maltrato, las que se esconden para que nadie le vea ojo morado,
siguen en sus casas con un miedo terrorífico a denunciar, por si su
agresor la mata. A ésas son a las que debe amparar la ley”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario